Como ocurre en muchos ámbitos de la industria de la música, no existe una fórmula única, y las ponen a disposición de los toda una serie de .
En cada modalidad, la editora musical negocia un contrato con el compositor, especificando detalles como el porcentaje de que recibirá cada parte, en qué países los representa y la duración del contrato.
Para más información, consulte Participación en los derechos del compositor y Reconocimiento y pago
Entre estos tipos de acuerdos están:
Acuerdo editorial completo
La editora musical gestiona los del compositor durante un periodo determinado, prestando servicios para sus , a veces a cambio de un .
El compositor comparte la propiedad de las obras musicales con la editora musical. La editora musical recibe un porcentaje de los ingresos generados con las obras musicales.
Contrato de coedición
En un , el compositor se , pero también comparte los derechos de edición y las regalías con una editora musical. Normalmente, la editora musical se encarga de rentabilizar la obra musical y tiene derecho a una parte de los ingresos derivados de su uso.
Acuerdo de administración
En este caso, la editora musical se limita a prestar servicios de administración al compositor a cambio de un porcentaje de los ingresos generados. El compositor conserva la plena propiedad de las obras musicales y, por lo general, tiene pleno control sobre su uso.
Contrato de subedición
Contrato por el que una editora musical concede licencias sobre los derechos de una obra musical, en un país o región concretos, a unas editoras musicales extranjeras asociadas denominadas subeditoras. La subeditora se encarga de la administración de las obras musicales dentro de ese país, y el compositor recibe un porcentaje de los ingresos generados.
Contrato de producción de biblioteca musical
La editora musical adquiere los derechos sobre las obras musicales de un compositor respecto de los que pueden para su uso en cine, televisión y otros medios. El compositor recibe un porcentaje de los ingresos generados por el uso de sus obras musicales en estas producciones.
Fotografía: Jakob Johansso, Parapix