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Proceso judicial


4 min de lectura


¿Qué es un proceso judicial?

Un proceso judicial consiste en llevar la controversia ante un tribunal.

Se recomienda consultar Ejemplos de situaciones de controversia, si no se ha hecho ya, antes de seguir leyendo.

¿Qué es un proceso judicial?

En los procesos judiciales, una de las partes solicita a los tribunales que resuelvan judicialmente la controversia.

En principio, el proceso judicial siempre es una opción para los u otros que consideren que se han infringido sus derechos sobre la o . Ahora bien, existen otras vías para solucionar las controversias por infracción.

Más información sobre estas opciones en Acuerdo voluntario y Solución alternativa de controversias, en particular, la , el y la .

Si bien un titular de derechos puede escoger entre varios mecanismos para solucionar una controversia, en función de la causa y de la urgencia de la adopción de medidas, el proceso judicial puede ser la vía más eficiente. Es así cuando es necesario adoptar medidas provisionales, que son órdenes emitidas por los tribunales para detener de manera inmediata la comisión de una infracción, para preservar pruebas o para ambos fines.

Siga leyendo para obtener más información sobre estos procedimientos.

¿Cómo o cuándo puede recurrirse al proceso judicial para solucionar una controversia?

Existen dos tipos de procesos judiciales, el civil y el penal.

Si los litigantes en la controversia son u otras partes y el desacuerdo está relacionado principalmente con un contrato o un acuerdo comercial, el litigio se resuelve por medio de un proceso civil. El proceso judicial civil también sirve para resolver las controversias por infracción de derecho de autor. Los titulares de derechos pueden obtener una decisión judicial en la que se ordene a la contraparte que detenga las actividades infractoras y, si procede, pague una indemnización para compensar los daños y perjuicios causados por la infracción. Los titulares de derechos también pueden obtener reparación por otras vías, como la eliminación de los productos que infringen el derecho de autor y del material y el equipo utilizado para crear esos productos.

Los casos más graves de infracción del derecho de autor, a menudo denominados "piratería del derecho de autor", también están prohibidos por la legislación penal. Por lo tanto, cuando las leyes de un país en concreto prevén sanciones penales, como multas pecuniarias o prisión, para los tipos más graves de infracción del derecho de autor, también puede juzgarse la causa en un proceso judicial penal. Por lo general, el proceso comienza con la presentación de una denuncia ante las autoridades encargadas de velar por la observancia de la ley, que investigarán la causa e iniciarán y tramitarán el proceso penal ante los tribunales.

Los titulares de derechos o sus representantes no participan directamente en el proceso penal. Sin embargo, sí pueden proteger sus intereses y obtener una indemnización para compensar los daños y perjuicios u otras vías de reparación, ya sea mediante la participación en el proceso penal en calidad de víctimas, lo cual es posible en algunos países, o por medio de un proceso judicial civil aparte.

Cabe señalar que, en muchos países, las sanciones penales solo son aplicables a las situaciones en las que se ha cometido piratería de derecho de autor a escala comercial, es decir, cuando la actividad de piratería se considera un negocio. Conviene examinar la legislación del país concreto en el que se ha cometido la infracción o ponerse en contacto con la para averiguar si la infracción se considera un delito.

Tanto en las causas penales como en las civiles, los tribunales pueden adoptar medidas provisionales de carácter urgente para proteger a los y otros titulares de derechos frente a la infracción de sus derechos mientras el tribunal adopta una decisión definitiva. Los tribunales pueden emitir un mandamiento judicial temporal para ordenar al presunto infractor que deje de infringir los derechos de que se trate, para proteger las pruebas o para ambos fines.

Los creadores que hayan firmado un acuerdo con una o un normalmente están representados por estos, que iniciarán las acciones judiciales en su nombre. En algunas situaciones, los creadores también pueden estar representados y defendidos por su u otro representante.

Como en todo método de solución de controversias, pero especialmente en los procesos judiciales, los creadores deben pedir asesoramiento a un abogado antes de iniciar el proceso. Es importante comprender plenamente la controversia, el proceso judicial, las posibilidades de que la pretensión prospere y el tiempo y los recursos económicos necesarios.

Imagen: Martin Fabricius Rasmussen